21 octubre, 2005

Ultimátum

Guillermo, Oscar, Omar y Osvaldo vinieron juntos; era evidente su planificación de la visita, Reinaldo no pudo, estaba en Bruselas medrando con la excusa de colaborar en la planificación eurocomunitaria. Llamó sin secretaria de por medio para decirme que seguro no sería nada y que esperaba venir pronto a verme. ¿Dónde oí yo eso?
El cuarteto de payasos que recibí en pijama, no consiguieron hacer creíble su papel, y sin embargo me reí para ellos; lo que vale es la intención.
Clara fué la primera (era de esperar), llegó a primera hora con "el pan más rico del mundo", un integral de cereales que me chifla. Me dijo que era sueño el rastro de llanto en su carita cansada. Antes de entrar estuvo hablando con Norma (que así se llama "mi" enfermera. Las vi reirse y me di cuenta de que se caían bien. No sé qué haría Clara si supiera cómo me gusta esa mujer..., bueno, quizás ya lo sepa. Me hizo prometerle que iría a su casa por Navidad.
Mi habitual incontinencia onírica, ha ganado terreno y alcanza desde hace un par de días el delicado mundo de los esfínteres. Norma es tan hábil en esta penosa situación, que me hace pensar que es lo más natural del mundo, y me regala, de vez en cuando, una voluntaria panorámica de su escote de joven hermosa. Es generosa, así que debo concluir que es perfecta.
No creo que quiera vivir en esta incomodidad por mucho tiempo. Está decidido, moriré el 26 de Diciembre.