14 septiembre, 2005

Un viaje al pasado (y VII)

Hay mucha paz que vivir en este valle que ha sido descubierto por artistas e intelectuales para morar en él, entre la belleza y el sosiego; sin duda, uno de los más conocidos es el hispanista Ian Gibson, pero entre pastores y hortelanos, en estos pueblecitos que cuelgan de las sierras, encuentras músicos y profesores de universidad que sabían un secreto que yo desconocía hasta hoy. Por motivos sentimentales, he centrado mi interés en una parte del valle, pero hay muchos otros sitios que explorar; manojos de paseos entre las frondosas huertas así como pueblos que he dejado para una próxima ocasión: Dúrcal, Padul, Nigüelas, Beznar, Cozvijar o Pinos del Valle.
Volví revitalizado y morenillo a la gran ciudad, al Madrid anónimo y hospitalario que me acogiera hace 25 años, cuando comencé a cerrar el círculo que abriera hacia América, un zahorí de horizontes, un híbrido cultural de ojos garzos, llamado Luis Guerrero Carmona.