29 octubre, 2005

Pesadilla en la Planta 4ª

He perdido el pelo y varios kilos, sorteo el malestar embriagándome con un cóctel explosivo de barbitúricos; aunque no conozco su composición, creo saber cual es su ingrediente básico. Duermo mucho y se suceden sueños extraños. Uno de los más inquietantes fue anoche, creo que motivado por un episodio con Norma ayer por la mañana. Mientras me aseaba, le comenté lo desasosegante que me resultaban mis cortas entrevistas con el Dr. Guerrero. Un relámpago de sonrisa indescifrable cruzó su rostro un instante cuando me dijo: "es que ese hombre es un demonio". Sentí celos.
En mi sueño, volvía yo por el pasillo, rodando mi perchero de suero, cuando vi entrar a Norma en un despacho que hasta entonces no había notado detrás de los ascensores, golpeé levemente la puerta para darle los buenos días, y utilizar alguna excusa para charlar con ella un momento. Segundos después, se abrió la puerta y salió el Dr Guerrero con su uniforme y gesto habitual de tipo misterioso; me ignoró completamente y partió raudo por el corredor. Abrí la puerta en busca de Norma, pero en ese pequeño cuarto no sólo no había nadie, no había nada, tampoco puertas o ventanas.