02 octubre, 2004

El regreso

Te he esperado muchas noches, y me siento ridículo por ello, pero ya no te espero. Escucho la música con una sensación de resignación nueva y sosegada; mientras, desando todos los besos que nunca te di y los voy guardando como recuerdos imposibles que me han aliviado noches de soledad.
Viajo a mundos desconocidos con el mismo truco de siempre, y camino por una playa lejana, sintiendo el aire del mar, tan real como tu abrazo que nunca ocurrió. Doy gracias por ello, porque en el fondo sé que el amor es una ilusión que tiene su momento…y para mi ya ha pasado. Mañana empieza otra historia, y hay que estar preparado y bien peinado, porque la vida sigue, aunque tenga menos gracia sin los sueños vanos que me construí con planos antiguos.
Vuelvo por caminos polvorientos al lugar de siempre, y acechan emboscados todos los reproches de la parte de mí que ya había muerto, y desaconsejaba el viaje; abro los ventanales que dan a mí mismo y me veo sentado esperándome, con el gesto comprensivo. Estoy en casa.