13 septiembre, 2004

Memorándum

Soy quien soy, y no tengo la menor idea acerca de adonde voy. Me dejo llevar por un piloto automático que ya ha dejado claro que no es de fiar. Acepto con una resignación malsana lo que me imponen otras voluntades. No quiero dar un espectáculo. Siempre fuí capaz de dejarme atropellar por un autobús antes que ejecutar una pirueta ridícula para evitarlo. Mi corazón es débil, por eso pare un amor lisiado, donde hay más culpa que gozo; pero la culpa es un sentimiento noble, que me enseñó a desconfiar de quienes nunca la sienten. Si hasta mi egoísmo no es de pura cepa. Hoy no hay flores adornando las esquinas, frases cortas y concisas…, que esto es un memorándum.