06 agosto, 2004

Las sombras que te visten

Podría decir que no le he visto,
podría gritar que no hay abismo
y hacerte saltar al precipicio.

Me inquietan las sombras que te visten;
si Dios se hace a un lado es que existe,
y me pierdo solo en lo que no entiendo,
gritando desnudo mientras sueño,
que Dios cogió barro del Infierno,
que el soplo de vida fue riendo,
que acabó su obra y salió corriendo.

Podrías mirarme y sonreirme,
quizás intentaras seducirme,
pero yo no saltaría mis murallas
porque me inquietan las sombras
que te visten
y temo encontrarme si te miro.