La huida

He conseguido escapar, Lúzbel se recupera; he vuelto a ver a Clara. Vale todo el sufrimiento pasado por la sal de sus lágrimas y su risa enloquecida. Estamos en paz doctor. Supongo que cuando El Cabrón se entere de que le hemos timado, nos buscará. Mañana ya no estaremos en casa de Clara ( a decir verdad no estamos desde ayer)...es que hay que tomar precauciones. Volveré, y seré unos cuantos.
6 Comments:
esta casa es tan silenciosa y a veces por dentro tan ruidosa como la mía.
cuida de Luzbel y toma precauciones, Amor Muharib, que yo no las tomo nunca.
si casa de Clara ya no es un lugar seguro, podéis venir a la mía cuando queráis tú y tus cuantos. no te doy mi dirección, por ser discreta, pero cuando vengas, me encontrarás.
(por cierto, había una música para ti "noche adentro")
ahora me voy a la cama sin hacer ruido
un beso
JA¡¡¡ Te pillé¡
Cuando tenga tiempo me empapo de todo esto... es cuestión de horas... espero, te dije estaba aseando.... lo, todo.
bsssssssssssss
Me sentí tan cómodo como leyendo un libro de Faulkner o Roth...
Mis saludos
Voy me leo las dos últimas entradas y me quedo impresionado, me tienes que enseñar a escribir con ese estilo, al menos me tienes que enseñar a encontrar uno propio, el tuyo me tiene atrapado, pero no soy de los que les guste imitar, aunque si dejarse influenciar por nuevas formas, maneras y aprender día a día.
Un saludo amigo.
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Vaya, vaya, esto sí que es una sorpresa... ¿Así que algunos de sus heterónimos siguen vivos? Me alegro. Pero salga pronto de su escondite y regálenos algo más de su prosa, ande.
¡Un beso!
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