02 abril, 2005

Sobre la sabiduría de los próceres

Dijo el Canciller Bismarck: “Estamos aquí para cumplir con nuestro deber”; otro personaje de la humanidad, algo menos conocido por la historia, Pocholo (el de la Juani), me dijo con un porrito entre los labios y su voz ronca, mientras acogotaba a un indefenso botellín de Mahou: “Estamos aquí para pasarlo bien”. Pero yo, como siempre, voy vadeando los extremos; navego por este mar proceloso en palabras, leídas o escritas, voy por el sendero recto de los caracteres siguiéndose unos a otros para evitar encontronazos con la vida. Me alejo de todo aquello que parezca excesivo a mis energías, o que suponga un esfuerzo espiritual desmedido. El resultado es desalentador y concluyo, por una vez, que estoy equivocado, y que ambos tenían razón.