Reflexiones enfermizas
Cuando un hombre decía de una mujer, que estaba en edad de merecer, lo que quería decir es que él consideraba que estaba en edad de merendársela.
La mejor etapa de la relación con una mujer, es cuando la amistad y la complicidad son los sentimientos predominantes; y no me refiero a ese momento en el que uno de los dos sostiene la idea trágica (para el otro) de que: “…es mejor que quedemos como amigos”. Como si la víctima propiciatoria pudiera alentar lazos de fraternidad con el brujo que está a punto de arrancarle el corazón sobre una pirámide de desesperación , para sosegar a algún ignoto dios aficionado a la casquería.
El suicidio es la más más indiscutible de las eutanasias posibles.
El suicidio es una eutanasia íntima
El suicidio es la eutanasia por excelencia
El suicidio es la eutanasia sin interferencias legales.
El suicidio no es cosa de la incumbencia de Dios.
Resumiendo, el suicidio es la eutanasia por excelencia, sin interferencias de orden jurídico ni mamoneos religiosos importunos.
Comprar libros es un “ir de putas” de la sensibilidad.
Pessoa dijo que no era el amor sino sus alrededores lo que valía la pena, yo agrego que tenía razón, que prefiero sus arrabales; porque el amor es como un palacio, suntuoso y deseable, pero muy complicado de mantener.
Hay más indeseables de lo que sería deseable.
Hay más indeseables de los que nos podemos permitir.
La mejor etapa de la relación con una mujer, es cuando la amistad y la complicidad son los sentimientos predominantes; y no me refiero a ese momento en el que uno de los dos sostiene la idea trágica (para el otro) de que: “…es mejor que quedemos como amigos”. Como si la víctima propiciatoria pudiera alentar lazos de fraternidad con el brujo que está a punto de arrancarle el corazón sobre una pirámide de desesperación , para sosegar a algún ignoto dios aficionado a la casquería.
El suicidio es la más más indiscutible de las eutanasias posibles.
El suicidio es una eutanasia íntima
El suicidio es la eutanasia por excelencia
El suicidio es la eutanasia sin interferencias legales.
El suicidio no es cosa de la incumbencia de Dios.
Resumiendo, el suicidio es la eutanasia por excelencia, sin interferencias de orden jurídico ni mamoneos religiosos importunos.
Comprar libros es un “ir de putas” de la sensibilidad.
Pessoa dijo que no era el amor sino sus alrededores lo que valía la pena, yo agrego que tenía razón, que prefiero sus arrabales; porque el amor es como un palacio, suntuoso y deseable, pero muy complicado de mantener.
Hay más indeseables de lo que sería deseable.
Hay más indeseables de los que nos podemos permitir.
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